TEORIA DEL DESARROLLO CAPITALISTA
CAPITULOS 1-6 Y 8.
2. EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO:
El autor Sweezy habla de la mercancía, es el estudio de la relación económica del cambio. Por otro lado, el cambio, es anterior a la división del trabajo.
El autor Sweezy habla de la mercancía, es el estudio de la relación económica del cambio. Por otro lado, el cambio, es anterior a la división del trabajo.
En contraposición, para Adam Smith el origen de todo es el aumento en la productividad es la división del trabajo.
Para el autor, la forma universal e inevitable de la vida económica es la producción de mercancías, Marx no niega la existencia de una relación entre la producción de mercancías y la división del trabajo, para él los productos frutos del trabajo, sólo pueden convertirse en mercancías, como fruto de diferentes clases de trabajo. Por eso los economistas deben dirigir su mirada al carácter de las relaciones sociales subyacentes en la forma de mercancía, las tareas de la economía políticas no son sólo cuantitativas sino también cualitativas.
Para Sweezy, dentro del valor de cambio, existe un valor que yace oculto. Por eso, el trabajo abstracto, representado por el valor de las mercancías, es un concepto importante en el pensamiento marxista, esta expresión equivale a lo que es común a toda actividad productiva. En la sociedad capitalista, una porción dada del trabajo humano se provee de acuerdo con la demanda cambiante, es muy importante el volumen total de la fuerza de trabajo social y su nivel general de desarrollo. Los individuos pasan fácilmente de una clase de trabajo a otra, por lo que el trabajo es una forma de crear riqueza.
Para el autor la reducción de todo trabajo a trabajo abstracto desvela las formas especiales que el trabajo puede adoptar, una mercancia absorbe una parte total de la fuerza de trabajo disponible en la sociedad.
El autor expresa que todo tiene lugar bajo las condiciones de un capitalismo relativamente avanzado, señalando que en Europa Occidental durante los siglos XVII y XVIII, el productor individual trataba a su prójimo sólo a través del mercado, donde los seres humanos no son más que instrumentos, donde el proceso de producción tiene dominio sobre el hombre. Entonces se produjo un cambio de actitud que fue el reflejo del comienzo de la producción de mercancías, aun así existe una profunda creencia en el carácter impersonal y automático del orden económico, así como es característico del capitalismo, existe aún cierto prejuicio contra la acción social.
En cuanto a la materialización de las relaciones sociales, hay que señalar su profunda influencia en el pensamiento económico tradicional, ya que las categorías de la economía capitalista han sido consideradas como si fueran inevitables categorías de la vida económica generalSin embargo el obrero no advierte que su falta de acceso a los medios de producción lo obliga a trabajar en condiciones dictadas por aquellos que tienen el monopolio de los medios de producción y que, por lo tanto está siendo explotado para beneficio de otros, igual como el siervo. Por el contrario, el mundo de las mercancías aparece como un mundo de iguales, donde el obrero vende su fuerza y mientras se le pague su verdadero valor, todas las condiciones están satisfechas, es decir se admite la apariencia como verdadera representación de las relaciones sociales.
Entonces, sólo se puede ver con claridad la verdadera estructura capitalista mediante un análisis crítico de la producción de mercancías, un análisis que penetre a través de las formas superficiales de hombre a hombre, donde. La producción de mercancías ha ocultado el verdadero carácter de las relaciones sociales a las que da cuerpo, ha creado la racionalidad económica sin la cual un pleno desarrollo de las fuerzas productivas sería imposible. Hay que apuntar que según Marx el capitalismo sería un sistema social que tiene dominio sobre el hombre, lo educa hasta un punto en que es capaz de controlar su propio destino, al mismo tiempo le impide advertir los medios de ejercer el poder que está a su alcance, y desvía de sus energías por cauces puramente destructivos.
3. EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO
Sweezy señala que en toda sociedad, es esencial que el trabajo se aplique a la producción y que los productos sean distribuidos entre los miembros de la sociedad, entonces, lo que cambia es la forma de organizar y llevar a cabo estas actividades.
Para el autor, la forma universal e inevitable de la vida económica es la producción de mercancías, Marx no niega la existencia de una relación entre la producción de mercancías y la división del trabajo, para él los productos frutos del trabajo, sólo pueden convertirse en mercancías, como fruto de diferentes clases de trabajo. Por eso los economistas deben dirigir su mirada al carácter de las relaciones sociales subyacentes en la forma de mercancía, las tareas de la economía políticas no son sólo cuantitativas sino también cualitativas.
Para Sweezy, dentro del valor de cambio, existe un valor que yace oculto. Por eso, el trabajo abstracto, representado por el valor de las mercancías, es un concepto importante en el pensamiento marxista, esta expresión equivale a lo que es común a toda actividad productiva. En la sociedad capitalista, una porción dada del trabajo humano se provee de acuerdo con la demanda cambiante, es muy importante el volumen total de la fuerza de trabajo social y su nivel general de desarrollo. Los individuos pasan fácilmente de una clase de trabajo a otra, por lo que el trabajo es una forma de crear riqueza.
Para el autor la reducción de todo trabajo a trabajo abstracto desvela las formas especiales que el trabajo puede adoptar, una mercancia absorbe una parte total de la fuerza de trabajo disponible en la sociedad.
El autor expresa que todo tiene lugar bajo las condiciones de un capitalismo relativamente avanzado, señalando que en Europa Occidental durante los siglos XVII y XVIII, el productor individual trataba a su prójimo sólo a través del mercado, donde los seres humanos no son más que instrumentos, donde el proceso de producción tiene dominio sobre el hombre. Entonces se produjo un cambio de actitud que fue el reflejo del comienzo de la producción de mercancías, aun así existe una profunda creencia en el carácter impersonal y automático del orden económico, así como es característico del capitalismo, existe aún cierto prejuicio contra la acción social.
En cuanto a la materialización de las relaciones sociales, hay que señalar su profunda influencia en el pensamiento económico tradicional, ya que las categorías de la economía capitalista han sido consideradas como si fueran inevitables categorías de la vida económica generalSin embargo el obrero no advierte que su falta de acceso a los medios de producción lo obliga a trabajar en condiciones dictadas por aquellos que tienen el monopolio de los medios de producción y que, por lo tanto está siendo explotado para beneficio de otros, igual como el siervo. Por el contrario, el mundo de las mercancías aparece como un mundo de iguales, donde el obrero vende su fuerza y mientras se le pague su verdadero valor, todas las condiciones están satisfechas, es decir se admite la apariencia como verdadera representación de las relaciones sociales.
Entonces, sólo se puede ver con claridad la verdadera estructura capitalista mediante un análisis crítico de la producción de mercancías, un análisis que penetre a través de las formas superficiales de hombre a hombre, donde. La producción de mercancías ha ocultado el verdadero carácter de las relaciones sociales a las que da cuerpo, ha creado la racionalidad económica sin la cual un pleno desarrollo de las fuerzas productivas sería imposible. Hay que apuntar que según Marx el capitalismo sería un sistema social que tiene dominio sobre el hombre, lo educa hasta un punto en que es capaz de controlar su propio destino, al mismo tiempo le impide advertir los medios de ejercer el poder que está a su alcance, y desvía de sus energías por cauces puramente destructivos.
3. EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO
Sweezy señala que en toda sociedad, es esencial que el trabajo se aplique a la producción y que los productos sean distribuidos entre los miembros de la sociedad, entonces, lo que cambia es la forma de organizar y llevar a cabo estas actividades.
Para Marx, existe una correspondencia exacta entre las proporciones del cambio y las proporciones del tiempo de trabajo. De esta manera, en la determinación del valor no debe tomarse en cuenta más trabajo que el socialmente necesario. Asimismo, el trabajo más cualificado que el trabajo simple, debe tener correlativamente una mayor capacidad de producir valor. Si la diferencia entre dos obreros es por cuestión de entrenamiento, es que el obrero emplea indirectamente una parte del trabajo de sus maestros y una combinación de diferencias en habilidad y entrenamiento.
Para el autor siempre debe existir una relación de cambio estable entre los productos, porque si no se produciría un desequilibrio. Entonces, tanto la oferta como la demanda están equilibradas sólo cuando el precio de cada mercancía sea proporcional al tiempo de trabajo requerido para producirla o a la inversa. Entonces, La relación entre demanda y oferta, explica por una parte las desviaciones de los precios de mercado, y por otra, la tendencia a hacer fluctuar estas desviaciones, es decir a suspender el efecto de la relación de demanda y oferta. Entonces, el precio de mercado de una mercancía coincide con su valor real, en el momento en que oferta y demanda se equilibran mutuamente y cesan de actuar.
En cuanto al valor de uso de las mercancías individuales, el autor apunta que depende de la necesidad particular que cada una satisface, en cambio, el valor de uso de la masa social de productos, depende de la medida en que satisface en cantidad, una necesidad social precisa de cada clase particular de producto.
En cuanto al valor de uso de las mercancías individuales, el autor apunta que depende de la necesidad particular que cada una satisface, en cambio, el valor de uso de la masa social de productos, depende de la medida en que satisface en cantidad, una necesidad social precisa de cada clase particular de producto.
El reconocimiento que Marx hacía tan claramente a cerca del papel que juega la demanda en determinar la asignación del trabajo social, se plantean dos cuestiones ¿Por qué le dio un espacio tan breve dentro de su teoría? y ¿por qué no elaboró una teoría de la opción de los consumidores? Para responder a esto, hay dos razones, en primer lugar bajo el capitalismo la demanda efectiva es sólo parcialmente una cuestión relativa a las necesidades de los consumidores, y en segundo lugar, está la cuestión básica de la distribución del ingreso, que a su vez es un reflejo de las relaciones de producción o estructura de clase de la sociedad.
Para Marx los gustos de los consumidores (aunque no los considera del todo relevantes) juegan un papel importante a la hora de determinar la asignación de los esfuerzos productivos. Asimismo, todo cambio en los gustos de los consumidores es incidental a la acción de los productores y suscitado por ella.
Sweezy dirá que en cuanto a la ley del valor de Marx resume las fuerzas actuantes en una sociedad productora de mercancías que regula, siendo éstas: las proporciones del cambio de mercancías, la cantidad producida de cada una y la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción. Entonces, una sociedad de productores privados que satisfagan sus necesidades por el cambio entre ellos sería la condición básica para la existencia de una ley del valor. Siendo esta última esencialmente una teoría de equilibrio general desarrollada en primer término con referencias a la producción simple de mercancías y adaptada después al capitalismo.
En relación a la ley interna del mercado Sweezy dirá que se cumple meramente por medio de la competencia entre los productores, por la presión mutua de uno sobre el otro, mediante la cual se equilibran las diferentes desviaciones. Entonces, el precio según Marx, es tan sólo la expresión monetaria del valor, no obstante en su obra, aparece luego el término precio de producción.
El autor aclarará que a la hora de hablar de precio de monopolio, queremos decir en sentido general un precio determinado sólo por el deseo de adquirir de los compradores y por su solvencia, independientemente del precio, que es determinado por el precio de producción general y por el valor del producto.
Sweezy dirá que en cuanto a la ley del valor de Marx resume las fuerzas actuantes en una sociedad productora de mercancías que regula, siendo éstas: las proporciones del cambio de mercancías, la cantidad producida de cada una y la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción. Entonces, una sociedad de productores privados que satisfagan sus necesidades por el cambio entre ellos sería la condición básica para la existencia de una ley del valor. Siendo esta última esencialmente una teoría de equilibrio general desarrollada en primer término con referencias a la producción simple de mercancías y adaptada después al capitalismo.
En relación a la ley interna del mercado Sweezy dirá que se cumple meramente por medio de la competencia entre los productores, por la presión mutua de uno sobre el otro, mediante la cual se equilibran las diferentes desviaciones. Entonces, el precio según Marx, es tan sólo la expresión monetaria del valor, no obstante en su obra, aparece luego el término precio de producción.
El autor aclarará que a la hora de hablar de precio de monopolio, queremos decir en sentido general un precio determinado sólo por el deseo de adquirir de los compradores y por su solvencia, independientemente del precio, que es determinado por el precio de producción general y por el valor del producto.
4. PLUSVALÍA Y CAPITALISMO:
El autor comenzará explicando que es importante señalar la distinción entre producción de mercancías y capitalismo, puesto que, aunque el capitalismo se base esencialmente en ello. La diferencia principal del capitalismo se basa en la compra y venta de la fuerza de trabajo, basándose por ello en continuas relaciones de cambio, como bien expuso Marx, se trata de una nueva época en el proceso de producción social. Y es que, en el capitalismo tanto los medios de producción como la fuerza de trabajo son mercancías, por lo que poseen valor de cambio.
A lo largo de la historia se han producido diversos cambios ya que la producción simple de mercancías consistía en cambiar mercancía por dinero y este a su vez por nuevas mercancías que satisfacían las necesidades nuevamente generadas (M-D-M); sin embargo, en el capitalismo se cambia dinero por mercancía y esta a su vez por dinero (D-M-D), el dinero es el principio y el fin.
El incentivo de la producción proviene de una característica innata de la naturaleza humana, el llamado “móvil de la ganancia”, siendo no el sistema capitalista, si no el ser humano el que, con continuas ansias de poder, ha fomentado el concepto y desarrollo de “plusvalía”.
Para conocer el origen de la plusvalía, según Marx, es necesario analizar el valor de la mercancía fuerza de trabajo, siendo ésta el trabajo mismo. El capitalista compra la fuerza del trabajo del obrero, a cambio de realizar el trabajo que le sea impuesto.
Dichas horas laborales, traducidas en la jornada de trabajo del obrero, puede dividirse en dos partes; el trabajo necesario y el trabajo excedente. El trabajo necesario es aquel que el obrero intercambia para compensar sus medios de subsistencia, es decir, es el que obtiene el obrero a modo de salario; mientras que el trabajo excedente es aquel que se da una vez cumplido el trabajo necesario, convirtiéndose en plusvalía, y siendo un beneficio perteneciente al capitalista.
En cuanto a la plusvalía hay que distinguir dos tipos: la plusvalía absoluta, aquella que se obtiene de aumentar las horas de trabajo del obrero y la plusvalía relativa, que es aquella que se puede obtener por dos vías, o bien disminuyendo el salario del obrero o bien haciéndole aumentar su productividad.
Lo que Marx llama composición orgánica de capital se deriva de la fórmula del valor total. La composición orgánica de capital (o) es la proporción del capital con respecto al capital total. Aquí, el trabajo es provisto de materiales, instrumentos y maquinaria en el proceso productivo.
Para explicar mejor la teoría, Marx supone que todo capital tiene un idéntico período de rotación de un año, ya que en la práctica el total de inversión no es generalmente igual que el capital empleado durante un año, ya que el tiempo de rotación de los distintos elementos de la inversión total varía de forma notable.
También se supone que la tasa de ganancia es igual tanto en las industrias como en las empresas. Si tanto las tasas de plusvalía como las tasas de ganancia son iguales en todas partes, se entiende entonces que, si el cambio de mercancías debe realizarse de acuerdo con la ley del valor, la composición orgánica del capital debe ser igual en todas partes.
5.LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA.
El capítulo comienza describiendo una teórica situación económica estable y sin acumulación de capital, llamada “Reproducción Simple”. La producción se divide en dos amplias categorías: producción de medios de producción y producción de artículos de consumo, y estos últimos, en otras dos categorías (artículos necesarios para la vida y artículos de lujo). Esto es la oferta total de mercancías. Por otro lado, los ingresos están formados por tres categorías: ingresos que el empresario deberá invertir en medios de producción, plusvalía y el salario. El capital que acumula lo reinvierte para obtener más plusvalía, volver a invertirlo y así sucesivamente… A este modelo se le llama “Reproducción Ampliada”. El éxito en la sociedad capitalista consiste en aumentar el capital propio. En contraste con la “Reproducción Simple”, mostrando la interrelación entre la oferta y la demanda cuando la acumulación es tomada en cuenta, es decir, cuando los capitalistas no consumen ya totalmente la plusvalía, sino que ésta se divide en tres partes: una que consumen los capitalistas, otra que se agrega al capital constante y otra que se suma al capital variable.
También se supone que la tasa de ganancia es igual tanto en las industrias como en las empresas. Si tanto las tasas de plusvalía como las tasas de ganancia son iguales en todas partes, se entiende entonces que, si el cambio de mercancías debe realizarse de acuerdo con la ley del valor, la composición orgánica del capital debe ser igual en todas partes.
5.
El capítulo comienza describiendo una teórica situación económica estable y sin acumulación de capital, llamada “Reproducción Simple”. La producción se divide en dos amplias categorías: producción de medios de producción y producción de artículos de consumo, y estos últimos, en otras dos categorías (artículos necesarios para la vida y artículos de lujo). Esto es la oferta total de mercancías. Por otro lado, los ingresos están formados por tres categorías: ingresos que el empresario deberá invertir en medios de producción, plusvalía y el salario. El capital que acumula lo reinvierte para obtener más plusvalía, volver a invertirlo y así sucesivamente… A este modelo se le llama “Reproducción Ampliada”. El éxito en la sociedad capitalista consiste en aumentar el capital propio. En contraste con la “Reproducción Simple”, mostrando la interrelación entre la oferta y la demanda cuando la acumulación es tomada en cuenta, es decir, cuando los capitalistas no consumen ya totalmente la plusvalía, sino que ésta se divide en tres partes: una que consumen los capitalistas, otra que se agrega al capital constante y otra que se suma al capital variable.
Marx introduce en concepto de “ejército de reserva” o “población excedente relativa” para referirse a los obreros desocupados, que mediante su competencia activa en el mercado de trabajo ejercen una presión constante hacia abajo, en el nivel de salarios. El empresario ha podido sustituir empleados por máquinas, para reducir el salario. Por tanto, gran parte de este sector está formado por los que han sido desplazados por las máquinas.
Un estallido de acumulación de capital puede ser el resultado de una apertura de un nuevo mercado o de una nueva industria.
Un estallido de acumulación de capital puede ser el resultado de una apertura de un nuevo mercado o de una nueva industria.
Lo que en definitiva viene a explicarnos Sweezy en este capítulo, es que según Marx, el ejército de reserva es formado mediante las innovaciones tecnológicas para economizar trabajo, y gracias a este, puede sobrevivir la plusvalía y la clase que ella sostiene.
6.
Paul M.
La acumulación del capital va acompañada por una mecanización progresiva del proceso de producción. La misma cantidad de trabajo, con un equipo más perfeccionado y eficiente, puede rendir más y generar un aumento de los beneficios. Esto quiere decir que la productividad del trabajo crece de forma continuada. Y es que, para Marx, la tasa de ganancia es la fuerza impulsora de la producción capitalista “Ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia”.
Existirán ciertos obstáculos internos opuestos al desarrollo de la producción capitalista, como expuso Marx, una composición orgánica ascendente del capital expresa la creciente productividad del trabajo; y la tasa descendente de la ganancia que la acompaña tiene que cerrar al fin los cauces de la iniciativa capitalista.
Las causas contrarrestantes.
Marx se centra en cinco de las seis causas que contrarrestan y anulan la “Ley general de la tasa descendente de la ganancia” (quedando esta en una mera tendencia):
1ª. Abaratamiento de los Elementos del Capital Constante. El uso creciente de maquinaria, eleva la productividad de trabajo, lo que disminuye el valor por unidad del capital constante.
2ª. Aumento de
3ª. Depresión de los salarios más abajo de su valor. Esto está determinado más por el mercado que por la voluntad de los capitalistas.
4ª. Sobrepoblación relativa o “ejército de reserva”. La existencia de trabajadores desocupados conduce a la creación de nuevas industrias con una composición orgánica del capital relativamente baja y una tasa de ganancia relativamente alta.
5ª. Comercio exterior. Abarata la adquisición de materias primas y artículos necesarios, frente a la producción nacional.
Una crítica de la ley.
Como se ha expuesto, las fuerzas actuantes sobre la tasa de ganancia pueden resolverse mediante una fórmula, la cual contiene dos variables, por un lado la propia tasa de ganancia, y por otro, la composición orgánica del capital. Hay que tener en cuenta que una composición orgánica ascendente del capital va de la mano con la creciente productividad del trabajo. Y la productividad ascendente tiende a llevar consigo una tasa más alta de la plusvalía. Un ascenso en la composición orgánica del capital significa necesariamente un aumento en la productividad del trabajo. De este modo, Marx expone que una más alta productividad va invariablemente acompañada por una tasa más alta de la plusvalía, y es que, el proceso capitalista de producción es esencialmente un proceso de acumulación. De esto se deduce la tendencia persistente de la tasa de ganancia a descender
Es importante destacar también la existencia de otras fuerzas, además de las mencionadas hasta ahora, que son significativas a este respecto. Tales fuerzas pueden ser clasificadas en aquellas que tienden a deprimir la tasa de la ganancia y aquellas que tienden a elevarla.
Fuerzas que tienden a deprimir la tasa de la ganancia:
- Los sindicatos. Los trabajadores en reserva son el principal obstáculo para los trabajadores que quieren beneficiarse del desarrollo industrial, por eso se organizan en sindicatos.
- La acción del estado en beneficio de los trabajadores. Leyes que benefician a los trabajadores, e igualmente a los sindicatos ayudan a la depresión de la tasa de la ganancia.
Fuerzas tendientes a elevar la tasa de la ganancia:
- Organizaciones patronales. Actúan para mejorar la posición contractual del capital frente al trabajo, ejerciendo una influencia ascendente en la tasa de la ganancia.
- Exportación del capital. Sirve para mitigar la presión sobre el mercado de trabajo doméstico e impide la depresión sobre la tasa de la ganancia.
- Formación de monopolios. Los capitalistas lo crean para aumentar su tasa de ganancia
- Acción del estado en beneficio del capital. Tienen el efecto de elevar la tasa de la ganancia general.
8.LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS
Marx nos habla de las crisis económicas. Para empezar, explica una transición de las formas de transacción del trueque M-M (Mercancía contra Mercancía), a una forma de cambio M-D-M (Mercancía contra dinero y dinero contra mercancía), en las nuevas condiciones de una economía desarrollada. Con la aparición de la moneda, le permite al productor vender su producto cuando éste terminado y con el dinero puede hacer lo que a el le plazca. De este modo se ahorra mucho tiempo y ayuda a la especialización, que es la base de la productividad incrementada.
Cada productor ha producido más de lo que puede vender y se ha dado pues, una crisis de sobreproducción. Pero la sobreproducción no es la causa de la crisis, sino el resultado de ella. Hay que buscar las causas en la interrupción de la cadena compra-venta.
Los economistas clásicos fueron incapaces de distinguir entre la producción simple de mercancías y la producción capitalista, y así se aplicaron erróneamente teorías. La ley de Say sostiene que no puede interrumpirse la circulación M-D-M, y por lo tanto no puede haber crisis ni sobreproducción. Y es por esto que se tiene la falsa idea de que la crisis y la sobreproducción son imposibles en ambos tipos de producción. Marx rechaza esta idea afirmando que en la cadena de compra-venta, uno no está obligado a comprar solo por el hecho de haber vendido. Aquí se produciría la interrupción de la cadena M-D-M y el posible origen de una crisis. La venta y la compra están separadas en el tiempo y en el espacio. El dinero es el medio por el cual el cambio se divide en dos transacciones separadas y distintas: la venta y la compra. Por esto mismo, porque son dos procesos, uno puede fallar y así se interrumpe la cadena y se puede dar la crisis.
La forma de circulación M-D-M, que es la característica, se convierte bajo el capitalismo en D-M-D. En el primero, es decir, en la producción simple de mercancías, el propósito de cambio es el valor de uso y no el aumento del valor de cambio, es producción para el consumo. Sin embargo en la segunda forma, tanto la “D” del principio como la “D” del final representan valor de cambio, y el objetivo es incrementar ese valor. En cuanto a la relación entre D-M-D y el problema de la crisis., hay que saber en primer lugar que el interés del capitalista es elevar la tasa de ganancia.
Fuerzas que tienden a deprimir la tasa de la ganancia:
- Los sindicatos. Los trabajadores en reserva son el principal obstáculo para los trabajadores que quieren beneficiarse del desarrollo industrial, por eso se organizan en sindicatos.
- La acción del estado en beneficio de los trabajadores. Leyes que benefician a los trabajadores, e igualmente a los sindicatos ayudan a la depresión de la tasa de la ganancia.
Fuerzas tendientes a elevar la tasa de la ganancia:
- Organizaciones patronales. Actúan para mejorar la posición contractual del capital frente al trabajo, ejerciendo una influencia ascendente en la tasa de la ganancia.
- Exportación del capital. Sirve para mitigar la presión sobre el mercado de trabajo doméstico e impide la depresión sobre la tasa de la ganancia.
- Formación de monopolios. Los capitalistas lo crean para aumentar su tasa de ganancia
- Acción del estado en beneficio del capital. Tienen el efecto de elevar la tasa de la ganancia general.
8.
Marx nos habla de las crisis económicas. Para empezar, explica una transición de las formas de transacción del trueque M-M (Mercancía contra Mercancía), a una forma de cambio M-D-M (Mercancía contra dinero y dinero contra mercancía), en las nuevas condiciones de una economía desarrollada. Con la aparición de la moneda, le permite al productor vender su producto cuando éste terminado y con el dinero puede hacer lo que a el le plazca. De este modo se ahorra mucho tiempo y ayuda a la especialización, que es la base de la productividad incrementada.
Cada productor ha producido más de lo que puede vender y se ha dado pues, una crisis de sobreproducción. Pero la sobreproducción no es la causa de la crisis, sino el resultado de ella. Hay que buscar las causas en la interrupción de la cadena compra-venta.
Los economistas clásicos fueron incapaces de distinguir entre la producción simple de mercancías y la producción capitalista, y así se aplicaron erróneamente teorías. La ley de Say sostiene que no puede interrumpirse la circulación M-D-M, y por lo tanto no puede haber crisis ni sobreproducción. Y es por esto que se tiene la falsa idea de que la crisis y la sobreproducción son imposibles en ambos tipos de producción. Marx rechaza esta idea afirmando que en la cadena de compra-venta, uno no está obligado a comprar solo por el hecho de haber vendido. Aquí se produciría la interrupción de la cadena M-D-M y el posible origen de una crisis. La venta y la compra están separadas en el tiempo y en el espacio. El dinero es el medio por el cual el cambio se divide en dos transacciones separadas y distintas: la venta y la compra. Por esto mismo, porque son dos procesos, uno puede fallar y así se interrumpe la cadena y se puede dar la crisis.
La forma de circulación M-D-M, que es la característica, se convierte bajo el capitalismo en D-M-D. En el primero, es decir, en la producción simple de mercancías, el propósito de cambio es el valor de uso y no el aumento del valor de cambio, es producción para el consumo. Sin embargo en la segunda forma, tanto la “D” del principio como la “D” del final representan valor de cambio, y el objetivo es incrementar ese valor. En cuanto a la relación entre D-M-D y el problema de la crisis., hay que saber en primer lugar que el interés del capitalista es elevar la tasa de ganancia.
Las irrupciones de compra-venta, afectan al proceso en los dos casos. La diferencia está en que puede desaparecer la tasa de ganancia o volverse negativa, por lo que el incentivo de la producción capitalista dejara de existir. En estos momentos, el capitalista debe elegir una de dos opciones: introducir capital a la circulación o conservarlo, aunque pronto tendrá que reinvertirlo para continuar siendo un capitalista.
Hay dos tipos de crisis: las relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de la ganancia y la crisis de realización (realización de valor). Desde el punto de vista del análisis causal, los dos tipos de crisis plantean problemas diversos. El punto de partida de la crisis es en ambos casos un descenso en la tasa de la ganancia; pero lo que está detrás del descenso en la tasa de ganancia en un caso, requiere un análisis muy diferente del que requiere lo que está detrás del descenso en la tasa de ganancia en el otro.
Hay dos tipos de crisis: las relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de la ganancia y la crisis de realización (realización de valor). Desde el punto de vista del análisis causal, los dos tipos de crisis plantean problemas diversos. El punto de partida de la crisis es en ambos casos un descenso en la tasa de la ganancia; pero lo que está detrás del descenso en la tasa de ganancia en un caso, requiere un análisis muy diferente del que requiere lo que está detrás del descenso en la tasa de ganancia en el otro.
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